La Real Fábrica de Bronce, que data del siglo XVIII fue la primera de España y segunda del mundo. La ubicación de una fábrica de este tipo en esta zona era perfecta por varios motivos. Aquí había minas de calamina, de donde se extrae el zinc. Y además hay agua y madera, dos elementos fundamentales para poner en funcionamiento las fábricas.
A pesar de que nunca fue rentable económicamente, siempre estuvo abierta. Incluso durante la Guerra Civil, aunque les obligasen a fabricar bombas. A lo largo de los años, Riópar ha tenido varios nombres: Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, Fábricas de San Juan de Alcaraz, Fábricas de Riópar y, finalmente, Riópar. Por ello, es bastante común que la gente siga refiriéndose a este pueblo como Fábricas. Toda esta evolución nominal tiene sentido, ya que Riópar existe gracias a esta industria.
A finales del siglo XIX la mina de calamina pierde rentabilidad, las fábricas entran en regresión y tras algunos esfuerzos por su mantenimiento y recuperación por empresas privadas, cierran definitivamente en 1993. En la actualidad se mantiene la vieja tradición a través de la fabricación y venta de sus famosos artículos decorativos, lámparas y muebles de bronce, como principal mercado de menaje rústico tradicional y como souvenirs.
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